|
LA ORACIÓN DE SANTA
TERESA DE CALCUTA
¿El día más bello? Hoy.
¿La cosa más fácil? Equivocarse.
¿El obstáculo más grande?El miedo.
¿El error mayor? Abandonarse.
¿La raiz de todos los males? El egoísmo.
¿La distracción más bella? El trabajo.
¿La peor derrota? El desaliento.
¿Los mejores profesores? Los niños.
¿La primera necesidad? Comunicarse.
¿Lo que más hace feliz? Ser útil a los demás.
¿Elmisterio más grande? La muerte.
¿El peor defecto? El mal humor.
¿La persona más peligrosa? La mentirosa.
¿El sentimiento más ruin? El rencor.
¿El regalo más bello? El perdón.
¿Lo más imprescindible? El hogar.
¿La ruta más rápida? El camino correcto.
¿La sensacion más grata? La paz interior.
¿El resguado más eficaz? La sonrisa.
¿El mejor remedio? El optimismo.
¿La mayor satisfacción? El deber cumplido.
¿La fuerza más potente del mundo? La fe.
¿Las personas más necesarias? Los padres.
¿La cosa más bella de todas? El amor.
LA ORACIÓN DE SANTO
TOMÁS MORO
Dame, Señor, una buena digestión y, naturalmente, algo que digerir.
Dame la salud del cuerpo y el buen humor necesario para conservarla.
Dame un alma serena, Señor, que tenga siempre ante los ojos lo que es
wbueno y puro, de forma que no me escandalice ante el pecado, sino que
sepa encontrar el modo de ponerle remedio.
Dame un alma que no conozca el aburrimiento, los fefunfuños, los
suspiros y los lamentos, y no permitas que me tome demasiado en serio
esto tan avasallador que se llama "yo".
Dame el sentido del ridículo.
Concedeme la gracia de entender las bromas a fin de tener alegría en la
vida y hacer participes de ella a los demás. Amen.
HYMNUS TE DEUM
[1] [2] [3] [4]
Hymnus Te Deum
Te Deum laudamus: *
te Dominum confitemur.
Te aeternum patrem,
omnis terra veneratur.
Tibi omnes angeli, *
tibi caeli et universae potestates:
tibi cherubim et seraphim,*
incessabili voce proclamant:
Sanctus, * Sanctus, * Sanctus *
Dominus Deus Sabaoth.
Pleni sunt caeli et terra*
majestatis gloriae tuae.
Te gloriosus *
Apostolorum chorus.
Te prophetarum * laudabilis numerus,
te martyrum candidatus * laudat exercitus.
Te per orbem terrarum *
sancta confitetur Ecclesia,
Patrem * immensae maiestatis;
venerandum tuum verum *
et unicum Filium:
Sanctum quoque* Paraclitum Spiritum.
Tu rex gloriae, * Christe.
Tu Patris * sempiternus es Filius.
Tu, ad liberandum suscepturus hominem,*
non horruisti Virginis uterum.
Tu, devicto mortis aculeo, *
aperuisti credentibus regna caelorum.
Tu ad dexteram Dei sedes, *
in gloria Patris.
Iudex crederis * esse venturus.
Te ergo quaesumus, tuis famulis subveni, *
quos pretioso sanguine redemisti.
Aeterna fac
cum sanctis tuis *
in gloria numerari.
Salvum fac populum tuum, Domine, *
et benedic hereditati tuae.
Et rege eos, *
et extolle illos usque in aeternum.
Per singulos dies *
benedicimus te;
et laudamus nomen tuum in saeculum, *
et in saeculum saeculi.
Dignare, Domine, die isto *
sine peccato nos custodire.
Miserere nostri, Domine, *
miserere nostri.
Fiat misericordia tua, Domine, super nos, *
quem ad modum speravimus in te.
In te, Domine, speravi: *
non confundar in aeternum
|
Himno a Ti, oh Dios
A Ti, oh Dios, te alabamos,
a Ti, Señor, te reconocemos.
A Ti, eterno Padre,
te venera toda la creación.
Los ángeles todos, los cielos
y todas las potestades te honran.
Los querubines y serafines
te cantan sin cesar:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del universo.
Los cielos y la tierra
están llenos de la majestad de tu gloria.
A Ti te ensalza
el glorioso coro de los apóstoles,
la multitud admirable de los profetas,
el blanco ejército de los mártires.
A Ti la Iglesia santa,
extendida por toda la tierra,
te proclama:
Padre de inmensa majestad,
Hijo único y verdadero, digno de adoración, Espíritu Santo, Paráclito.
Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.
Tú eres el Hijo único del Padre.
Tú, para liberar al hombre,
aceptaste la condición humana
sin desdeñar el seno de la Virgen.
Tú, rotas las cadenas de la muerte,
abriste a los creyentes el reino del cielo.
Tú te sientas a la derecha de Dios
en la gloria del Padre.
Creemos que un día
has de venir como juez.
Te rogamos, pues,
que vengas en ayuda de tus siervos,
a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
Haz que en la gloria eterna
nos asociemos a tus santos.
Salva a tu pueblo, Señor,
y bendice tu heredad.
Sé su pastor
y ensálzalo eternamente.
Día tras día te bendecimos
y alabamos tu nombre para siempre,
por eternidad de eternidades.
Dígnate, Señor, en este día
guardarnos del pecado.
Ten piedad de nosotros, Señor,
ten piedad de nosotros.
Que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros,
como lo esperamos de Ti.
En Ti, Señor, confié,
no me veré defraudado para siempre
|
ORATIONES
II
Omnipotens
sempiterne Deus, qui caelestia simul et trrena modraris, supplicationes
populi tui lementer exaudi, et pacem tuam nostris concede temporibus.
Per Dominum.
VI
Deus,
qui te in rectis et sinceris manere pectoibus asseris, da nobis tua
gratia tales exsistere, in quibus habitare digneris. Per Dominum.
X
Deus,
a quo bona cuncta procedunt, tuis largire supplicibus, ut cogitemus, te
inspirante, quae recta sunt, et, te gubernante, eadem faciamus. Per
Dominum.
XIV
Deus,
qui in Filii tui humilitate iacentem mundum eresisti, fidelibus tuis
sanctam concede laetitiam, ut, quos eripuisti a servitute peccati,
gaudiis facias perfrui sempiternis, Per Dominum.
XVIII
Adesto,
Domine, famuis tuis, et perpetuam benignitatem, lagire poscetibus, ut
his, qui te auctorem et gubernatorem glorantur habere, et grata
restaures, et restaurata conserves. Per Dominum
|
II
Dios
todopoderoso, que gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha
paternalmente la oración de tu pueblo y haz que los días de nuestra
vida se fundamente en tu paz. Por nuestro Señor.
VI
Señor,
tú que te complaces en habitar en los rectos y sencillos de corazón,
concédeme vivir por tu gracia de tal manera que merzcamos tenete
siempre con nosotros. Por nuestro Señor
X
Oh
Dios, fuente de todo bien, escucha sin cesar nuestras súplicas y
concédenos, inspirados por ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con
tu ayuda. Por nuestr Señor.
XIV
Oh
Dios, que por medio de la humillación de tu hijo levantastes a la
humnidad caída, concede a tus fieles la verdadera alegría, par que
quienes han sido librados de la esclavitud del pecado alcancen también
la felicidad eterna. Por nuestro Señor.
XVIII
Ven,
Señor, en ayuda de tus hijos, derrama tu bondad inagotable sobre los
que te suplican y renueva y protege la obra de tus manos en favor de
los que te alaban como creador y como guía. Por nuestro Señor.
|
[1] [2] [3] [4] |
"La
plegaria del Rosario es oración del hombre en favor del hombre: es la
oración de la solidaridad humana, que refleja el espíritu y las
intenciones de la primera redimida: María."
Juan Pablo II, Papa.
|